LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL, LA AUTOESTIMA Y LA AUTOSUFICIENCIA EN LA INFANCIA



En algunas ocasiones, Die Villa puede confundirse con una guardería o con una academia de idiomas. Sin embargo, no es ninguna de las dos cosas. 

Die Villa es un centro pedagógico donde se aprende y se habla 100% alemán a través del “aprender haciendo”, sin saturar al alumnado con teoría o deberes. No obstante, ofrecemos mucho más que un completo aprendizaje inmersivo del idioma.

Así, también trabajamos en la educación emocional de los niños y niñas, elemento crucial en su desarrollo personal y académico.

Muchos profesionales de la pedagogía y la psicología consideran que una persona con autoconcepto y autoestima positivos tiene grandes facilidades para su vida tanto personal como profesional y social. Richard Gerver en su obra Crear hoy la escuela de mañana: la educación y el futuro de nuestros hijos comentaba que ‘’la gran mayoría de quienes experimentan dificultades dentro del sistema se sienten así debido a su incapacidad para comprender y expresar sus sentimientos y a una carencia básica de autoestima’’. 

Solemos decir que cada niño o niña es un mundo. En realidad, a lo que nos referimos es a que tiene su propio mundo interior. Es este mundo propio y único lo que influye después en su rendimiento y motivación, así como en su salud física y psíquica. 

De esta manera, profesionales como Céline Alvarez, pedagoga y autora de Las leyes naturales del niño, considera que la educación tradicional (rígida y cerrada) es contraproducente con el propósito verdadero de la educación. Una educación activa trabaja positivamente en la educación emocional, proporcionando las herramientas necesarias para desarrollar su autoestima y autosuficiencia.

¿Qué es la educación afectiva?

Para responder a esta pregunta necesitamos definir dos términos fundamentales:

Autoconcepto: 

Es la imagen que creamos y tenemos sobre nosotros mismos. Se trata de un conjunto de ideas que creemos que forman el ‘’yo’’.

Autoestima:

Es la valoración, aprecio o consideración que tenemos de nosotros mismos. Esta se configura en función de nuestros pensamientos, sentimientos o experiencias, dando lugar a una percepción que puede ser negativa o positiva.

Tanto el autoconcepto como la autoestima se configuran en base a la educación emocional que reciben los niños y niñas desde edades tempranas. Alguien que ha crecido en una familia unida, se ha sentido querido siempre y le han enseñado que la ira, la tristeza y las rabietas son parte del ser humano, probablemente tenga una autoestima y un autoconcepto más positivos que alguien que haya crecido en una familia desestructurada, violenta o indiferente en lo que respecta a sus emociones.

Por ello, la educación debe orientarse tanto al desarrollo cognitivo como al desarrollo emocional, para ayudar a la formación de la personalidad de los alumnos y alumnas. Esta educación se trabaja en las relaciones interpersonales, en el ambiente de aula y en el trabajo académico. Este tipo de educación disminuye la posibilidad de desarrollar actitudes autodestructivas o perjudiciales para la salud. 

De esto trata la educación afectiva: de educar en habilidades como el control de las emociones, la empatía, la actitud positiva, etc. Es decir, desarrollar la inteligencia emocional.

La filosofía de Die Villa se centra en este tipo de educación. Nuestro alumnado recorre un camino emocionalmente positivo en su aprendizaje del alemán. A través de la realización de juegos, buscamos que potencien su autosuficiencia, de manera que aprendan a buscar soluciones por sí mismos y a ser un poco más independientes. Todo esto contribuye a obtener una autoestima positiva y a mejorar su rendimiento, tanto académico como personal.

¿Quieres saber qué más podemos ofrecer a tus hijos o hijas? No dudes en contactarnos.


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