El aprendizaje fluye automáticamente y el niño o niña no se da cuenta de que está aprendiendo alemán.

Con una atención personalizada, el alumno o alumna siente que es escuchado y entendido, esto repercute directamente en su motivación. 

Cuando se motiva, cada vez quiere aprender más, quiere seguir con el "reto", seguir superándose, avanzar, ya que esto le aporta una gran satisfacción y felicidad.

Esta satisfacción se traduce en resultados, pues a medida que avanza va "cogiendo carrerilla" y progresa más rápido, aprende con mayor eficacia.

En Die Villa prestamos atención a cada uno de nuestros alumnos y alumnas, para motivarles y utilizar las técnicas que le hagan progresar en su camino, siguiendo su propio ritmo. Al final, no se da cuenta de que todo ese tiempo ha estado aprendiendo alemán.